|  La epilepsia (del lat. epilepsĭa, y este del gr. ἐπιληψία,   intercepción) es una enfermedad crónica caracterizada por uno o   varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suelen dejar   consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales.
 Una convulsión o crisis epiléptica o comicial es un evento súbito y   de corta duración, caracterizado por una anormal y excesiva o bien   sincrónica actividad neuronal en el cerebro. Las crisis epilépticas   suelen ser transitorias, con o sin disminución el nivel de consciencia o   movimientos convulsivos y otras manifestaciones clínicas. La epilepsia puede tener muchas causas; en unos casos es debida a   lesiones cerebrales de cualquier tipo (traumatismos craneales,   secuelas de meningitis, tumores,   etc.) pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una   predisposición de origen genético a padecer las crisis. Con tratamiento   médico es posible el control de las crisis en un elevado porcentaje de   pacientes. Para diagnosticar un paciente epiléptico se requiere conocer los   antecedentes personales y familiares y, por lo general, se corrobora con   un electroencefalograma (EEG). También forman parte del diagnóstico estudios de imagenología,   mientras que se reservan los procedimientos diagnósticos más   especializados para casos muy puntuales. El tratamiento consiste en la   administración de medicamentos anticonvulsivos. En los casos refractarios,   se apelan a otros métodos incluyendo la cirugía.   La epilepsia causa múltiples efectos en la vida cotidiana del paciente,   de manera que el tratamiento debe incluir el abordaje de estos efectos. Esta enfermedad también afecta a los animales, especialmente a los domésticos, sean gatos o perros, los síntomas son los mismos descritos para el ser humano, se han observado casos en   los perros de raza Fox Terrier, Golden Retriever y otros. En España, el Día Nacional de la Epilepsia se conmemora el 24 de   mayo que se empezó a conmemorar en el año 2006.
 
 TerminologíaEl término epilepsia puede resultar confuso, ya que en el ámbito coloquial se suele utilizar indiscriminadamente para toda aquella persona que presenta una convulsión. De tal manera que un individuo puede haber tenido una convulsión por niveles bajos de azúcar en la sangre o un niño con una fiebre alta. No obstante, la epilepsia describe a un trastorno en el que una persona tiene convulsiones  recurrentes en el tiempo debido a un proceso crónico subyacente, de causa desconocida o no. No todas las personas que padecen una convulsión se diagnostican de epilepsia. Habitualmente es necesario haber presentado al menos 2 episodios de crisis epilépticas o 1 episodio asociado a hallazgos patológicos en el electroencefalograma interictal, es decir, entre una convulsión y la otra, que no está precedida por una causa identificable, por ejemplo, una inflamación aguda, una descarga eléctrica o envenenamiento, tumores o hemorragias intracraneales. Clasificación Las crisis epilépticas se clasifican en función de la sintomatología   que presentan, y cada tipo/subtipo se cree que representa un único   mecanismo fisiopatológico y sustrato anatómico. Esto significa que la   caracterización del tipo de crisis epiléptica no solo tiene   implicaciones descriptivas de como es la crisis, sino que es una entidad   diagnóstica en si misma, con implicaciones etiológicas, terapéuticas y   pronósticas peculiares.
 Cada tipo de epilepsia tiene diferentes manifestaciones que se   determinan a través del tipo de crisis epiléptica, así como a través de   la etiología, del curso de la enfermedad,   de su pronóstico (desenlace probable de la enfermedad) y por último a   través de un diágnostico EEG, ("curva de corriente en el   cerebro"). El estudio del electroencefalograma no siempre informa que haya indicios de epilepsia porque muchas veces   algunos cambios eléctricos se producen en zonas tan profundas dentro del cerebro que el electroencefalograma no los puede detectar. Igualmente hay que   acotar, que las descargas sub-clínicas no sólo se generan en niños con   epilepsia, sino también en aquellos que no la presentan.Todos estos factores pueden ser muy diversos, según cada una de las   diferentes formas de la epilepsia. Lo mismo que en las convulsiones,   se diferencia también en las epilepsias entre formas generalizadas y   focales, dependiendo de si están acompañadas de convulsiones   generalizadas o focales. Según la Comisión Internacional de la Liga Internacional contra la   Epilepsia las crisis epilépticas se clasifican en: 
                        Crisis parciales
                          
                            Crisis parciales simples: Son crisis cuyas manifestaciones clínicas   (síntomas o signos motores, sensitivos, autonómicos o psíquicos) y electroencefalográficos reflejan una descarga de un sistema de neuronas localizadas en una   parte del hemisferio cerebral sin alteración de la conciencia.Crisis parciales complejas (con compromiso del nivel de conciencia). Pueden estar precedidas (o no) por un aura que señala el probable sitio de la descarga   (olfatorio→temporal; visual→occipital) asociados a alucinaciones visuales o auditivas, temor, ira, etc. Son frecuentes ciertos gestos   automatizados como movimientos de la lengua,   taquicardia, palidez, etc. Generalmente no dura más que unos minutos.
                              
                                Parciales simples seguidas de parcial compleja.Crisis parciales complejas desde el inicio.Crisis parciales complejas que evolucionan a secundariamente   generalizadas.Crisis generalizadas
                          
                            Ausencias.Crisis atónicas.Crisis generalizadas tónico-clónicas.Crisis tónicas.Crisis mioclónicas.Crisis sin clasificar Una segunda clasificación planteada por la ILAE plantea la   posibilidad de clasificarla en idiopática (relacionada con alteraciones   genéticas), criptogénica (en la que no existe un sustrato demostrable) y   sintomática (en la que existe la presencia de lesiones estructurales)   (Nielsen Rojas A). Las causas de las diferentes epilepsias pueden ser   muy diversas. La mayor parte de las epilepsias - de acuerdo a su motivación - son   epilepsias residuales, esto es epilepsias como "residuo", como "resto"   (Residuum) de un trastorno cerebral anterior, concluido. Estas   epilepsias residuales o de defecto pueden ser consecuencia de una   enfermedad infecciosa durante el embarazo (por ej. la rubeola), por   falta de oxígeno durante el nacimiento, por una encefalitis o meningitis   padecida durante la niñez o por una contusión cerebral sufrida a causa   de un accidente. Por un proceso de epilepsia se entiende por el contrario una   enfermedad-epilepsia, consecuencia de una enfermedad neurológica   progresiva (proceso en continuación, no concluido). El ejemplo más   importante y común en un proceso de epilepsia es el tumor cerebral; aunque también pueden conducir a una   epilepsia los trastornos vasculares o enfermedades metabólicas.   Epilepsias, que son manifestación (signo, "síntoma") de un trastorno   cerebral residual o procesual, se denominan epilepsias sintomáticas. Epilepsias, en las que se presume un origen orgánico, pero que no   puede ser probado, se denominan epilepsias criptógenas (criptógena =   probablemente sintomática). Algunos tipos de epilepsias pueden ser hereditarios. Las epilepsias tambien pueden aparecer en varios miembros de una   familia. Esto se basa en que, como en muchas otras enfermedades (por ej. diabetes, reumatismo)   - no la enfermedad misma, sino la predisposición a ésta se transmite a   la descendencia. Otros trastornos adicionales (por ej. complicaciones   durante el embarazo, parto, una enfermedad grave, una lesión en la   cabeza) puede ser el desencadenante de esta enfermedad. Sin embargo no   siempre se puede identificar al factor desencadenante. Esta forma de la epilepsia, que además está condicionada   principalmente por una predisposición genética, se denomina idiopática.   La pregunta sobre el origen de la enfermedad no ha podido aún ser   respondida en aproximadamente un tercio de todos las epilepsias.
 Síndromes epilépticosExisten más de 40 tipos diferentes de epilepsias. Síndrome epiléptico   es el nombre de un conjunto de signos y síntomas, que incluyen uno o   más tipos de crisis epiléptica junto con sintomatología no   necesariamente convulsiva, como por ejemplo, retardo mental o   psicomotor, y que pese a constituir una entidad diferenciable   clínicamente, puede tener diversas causas. Existen también enfermedades epilépticas, que por razón de sus   características, específicas y bien definidas, cursan con convulsiones   repetitivas. Habitualmente tiene nombre propio, como la Enfermedad de Unverricht-Lundborg o el síndrome   de Lennox-Gastaut. Otros síndromes epilépticos incluyen: 
                        Encefalopatía   epiléptica: en la cual se cree que las propias crisis convulsivas   contribuyen al establecimiento de un trastorno progresivo de la función   cerebral. 
                        Síndrome epiléptico benigno: se considera benigno aquel síndrome   epiléptico que es fácilmente tratable o no necesita tratamiento por ser   autolimitado en el tiempo y remitir sin secuelas. 
                        Síndrome epiléptico o epilepsia refleja: son aquellos síndromes   epilépticos en los que todas las crisis comiciales se desencadenan por   un estímulo sensorial. 
                        Síndrome epiléptico o epilepsia reactiva: son aquellas epilepsias   relacionadas con una situación previa, como las crisis convulsivas por   deprivación alcohólica (crisis del ron). 
                        Síndromes focales y crisis focales: este es un término sinónimo y   que se prefiere al anterior de crisis parciales. 
                        
                          
                            Crisis epilépticas focales simples y complejas: Estos términos han   dejado de ser recomendados para la clasificación de las epilepsias. La   afectación del nivel de consciencia deberá ser descrita cuando aparezca   en una crisis convulsiva, pero no debe ser utilizada para clasificar   tipos de crisis comiciales específicas. 
                        Síndrome epiléptico o epilepsia idiopática: Es aquella epilepsia sin   lesiones estructurales cerebrales subyacentes ni otros síntomas o   signos neurológicos en los períodos intercrisis. Son presumiblemente   genéticas y habitualmente se distribuyen con un patrón edad-dependiente. 
                        Síndrome epiléptico o epilepsia sintomática: Es aquella epilepsia en   la que se identifican lesiones estructurales cerebrales responsables de   la crisis. 
                        Síndrome epiléptico o epilepsia probablemente sintomática: Este   término viene a sustituir al anterior y más confuso de epilepsia   criptogénica, con su mismo significado. Son aquellas epilepsias en las   cuales, pese a no haber una etiología identificada, se presume que son   sintomáticas.
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